SALMOS II




CONSAGRACION DEL CIRCULO MAGICO

Salmos 2

¿Para qué se sublevan las naciones, Y los pueblos traman cosas vanas? Se alzarán los reyes de la tierra, Y con príncipes consultarán unidos, Contra Yahvé y contra su Ungido, diciendo:
¡Rompamos sus ligaduras Y echemos de nosotros sus cuerdas! El que se sienta en los cielos se sonreirá, Adonay se burlará de ellos.
Luego les hablará en su ardiente ira, Los aterrorizará en su indignación.
Yo mismo he ungido a mi Rey sobre Sión, mi santo monte.
Yo promulgaré el decreto: Yahvé me ha dicho: Mi hijo eres Tú, Yo te he engendrado hoy.
¡Pídeme!, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra.
Los quebrantarás con cetro de hierro, Los desmenuzarás como vasija de alfarero.
Ahora pues, oh reyes, actuad sabiamente. Admitid amonestación, jueces de la tierra:
Servid a Yahvé con temor, Y regocijaos con temblor.
¡Besad los pies al Hijo! No sea que se irrite y perezcáis en el camino, Pues de repente se inflama su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que se refugian en Él!

Salmos 54

Maskil de David, cuando llegaron los zifeos y anunciaron a Saúl: ¿Acaso no se esconde David entre nosotros? Oh Elohim, sálvame por tu Nombre, y hazme justicia con tu poder.
Oh Elohim, escucha mi oración, Presta oído a los dichos de mi boca.
Porque extraños se han levantado contra mí, y hombres violentos buscan mi vida, No han puesto a Elohim delante de sí.
He aquí Elohim es el que me ayuda, Adonay está con los que sostienen mi alma.
¡Devuelve el mal a mis enemigos, Y córtalos en tu verdad!
Con ofrenda voluntaria te ofreceré sacrificios, ¡Oh Yahvé, daré gracias a tu Nombre, porque es bueno, Porque me ha librado de toda angustia. Y mi ojo ha visto por encima de mis enemigos!

Salmos 113

¡Aleluya! ¡Alabad, siervos de Yahvé, Alabad el nombre de Yahvé!
¡Bendito sea el nombre de Yahvé Desde ahora y para siempre!
Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso, Sea alabado el nombre de Yahvé.
Yahvé se eleva sobre todas las naciones, Y sobre los cielos su gloria.
¿Quién como Yahvé nuestro Dios, Entronizado en las alturas,
Que se rebaja para mirar En los cielos y en la tierra?
Que levanta del polvo al pobre, Que saca del basurero al miserable,
Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo.
Que hace sentar en familia a la estéril, Gozosa en ser madre de hijos. ¡Aleluya!

Salmos 67

Elohim tenga misericordia de nosotros y nos bendiga, Haga resplandecer su rostro sobre nosotros,
Para que tu camino sea conocido en la tierra, Y tu salvación entre todas las naciones.
¡Alábente los pueblos, oh Elohim! ¡Alábente los pueblos, todos ellos!
¡Regocíjense y canten con júbilo las naciones! Porque Tú juzgarás a los pueblos con equidad, Y guiarás a las naciones de la tierra.
¡Alábente los pueblos, oh Elohim! ¡Alábente los pueblos, todos ellos!
La tierra ha dado su fruto, Elohim, el Dios nuestro, nos bendecirá;
¡Bendíganos Elohim, y témanlo todos los confines de la tierra!

Salmos 47

¡Batid palmas pueblos todos! ¡Aclamad a Elohim con voz de júbilo!
Porque Yahvé Elyón es temible, Rey grande sobre toda la tierra.
Él someterá los pueblos a nosotros, Las naciones bajo nuestros pies, Pues Él eligió nuestra heredad, La hermosura de Jacob, al cual amó.
Elohim asciende entre aclamaciones de júbilo, Yahvé asciende al son del shofar.
¡Cantad a Elohim, cantad! ¡Cantad a nuestro Rey, cantad!
Porque Elohim es el Rey de toda la tierra, ¡Cantad con entendimiento!
¡Elohim reina sobre las naciones! ¡Elohim se sienta en su santo trono!
Los príncipes de las naciones se reúnen como pueblo del Dios de Abraham,

Salmos 68

¡Levántese Elohim y sean esparcidos sus enemigos! ¡Huyan de su presencia quienes lo aborrecen!
¡Disípense como se disipa el humo! Como la cera se derrite ante el fuego, Así perezcan los malvados ante la presencia de Dios.
Pero regocíjense los justos, Y sean exaltados ante Elohim, ¡Sí, salten de alegría! Cantad a Elohim, Cantad salmos a su Nombre. Preparad camino al que cabalga las nubes. ¡YAH es su nombre! ¡Regocijaos en su presencia!
Padre de huérfanos y protector de viudas, Es Elohim en la morada de su Santuario.
El Dios que hace habitar en familia a los desamparados, Que saca los cautivos a prosperidad, Y los rebeldes quedan solos en la tierra seca.
Oh Elohim, cuando salías al frente de tu pueblo, Cuando avanzabas por el desierto,
La tierra tembló y los cielos diluviaron ante el Dios del Sinay, Ante la presencia de Elohim, el Dios de Israel.
Una lluvia generosa derramaste, oh Elohim; Tú reanimaste tu heredad exhausta, Los que son de tu grey han morado en ella, La que en tu bondad, oh Elohim, has provisto al pobre.
Adonay da la orden: ¡Las que dan buenas noticias son multitud!
Reyes y ejércitos huyen precipitadamente, Y la que se queda en casa reparte despojos.
Mientras dormís entre los apriscos, Las alas de la paloma se cubren de plata, Y el oro refulge en sus plumas.
Cuando El-Shadday desbarataba a los reyes, Una nieve blanca caía en el Valle de la Oscuridad.
Monte de Dios es el monte de Basán; Monte alto el de Basán.
¿Por qué, oh montes altos, miráis con envidia, Al monte que Elohim escogió para su morada? Ciertamente Yahvé habitará en él para siempre.
Los carros de Dios son miríadas, y millares de millares, Desde el Sinay Adonay avanza entre ellos al Santuario.
Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, Tomaste dones y los diste a los hombres, incluso a los rebeldes, Para habitar entre ellos, ¡oh YAH Elohim!
¡Bendito sea Adonay! ¡Día tras día lleva nuestra carga el Dios de nuestra salvación!
Elohim es para nosotros el Dios Salvador, De Yahvé Adonay es el librar de la muerte.
Ciertamente Elohim herirá la cabeza de sus enemigos, La testa cabelluda del que ufano se pasea entre sus pecados.
Adonay ha dicho: De Basán los haré volver, Los haré volver de las honduras del mar,
Para que tu pie los aplaste en sangre, Y la lengua de tus perros tenga la porción de tus enemigos.
¡Aparece tu cortejo, oh Elohim! El cortejo de mi Dios y Rey hacia el Santuario.
Los cantores van delante, y los músicos detrás, En medio de doncellas que tocan panderetas.
¡Bendecid a Elohim en las congregaciones, A Yahvé, los que sois de la estirpe de Israel!
Allí acaudilla Benjamín, el más pequeño, A los príncipes de Judá con su multitud; A los príncipes de Zabulón, A los príncipes de Neftalí.
Tu Dios ha ordenado tu fuerza. ¡Oh Elohim, confirma lo que has hecho por nosotros!
A causa de tu templo en Jerusalem, los reyes te traerán tributo.
Reprende las bestias de las cañadas, La manada de toros, con los becerros de los pueblos, Que pisotean las piezas de plata. ¡Esparce a las naciones que se complacen en la guerra!
Príncipes vendrán de Egipto, Etiopía se apresurará a extender sus manos a Elohim.
¡Oh reinos de la tierra, cantad a Elohim, Cantad salmos a Adonay!
Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, Que son desde la antigüedad, ¡Mirad! Él emite su voz, su poderosa voz.
¡Reconoced el poder de Dios! ¡Sea sobre Israel su magnificencia, Y su poder en los cielos!
¡Oh Elohim, Tú eres formidable desde tus Santuarios! El Dios de Israel es quien da vigor y poder a su pueblo. ¡Bendito sea Elohim!



CONSAGRACION TALISMANES Y PENTACULOS

Salmos 8

¡Oh Yahvé, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu Nombre en toda la tierra! Has puesto tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños y de los que maman, Estableciste la alabanza frente a tus adversarios, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.
Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que Tú afirmaste,
Digo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, El hijo de Adam, para que lo consideres?
Lo hiciste un poco menor que los ángeles, Lo coronaste de gloria y honor.
Lo haces señorear en las obras de tus manos, Pusiste todas las cosas debajo de sus pies:
Ovejas y bueyes, todo ello, Y también los animales del campo,
Las aves de los cielos y los peces del mar, Todo cuanto atraviesa las sendas de los mares.
¡Oh Yahvé, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu Nombre en toda la tierra!

Salmos 21

Oh Yahvé, el rey se alegra en tu poder, Y en tu salvación ¡cuánto se regocija! Le diste el deseo de su corazón, Y no le negaste la petición de sus labios. Selah Con bendiciones escogidas saliste a su encuentro, Y colocaste en su cabeza una corona de oro fino.
Vida te pidió, y se la concediste, Largura de días, eternamente y para siempre.
Grande es su gloria por tu salvación, Has puesto sobre él honra y majestad.
Lo has bendecido para siempre. Lo llenaste de alegría con tu presencia.
Por cuanto el rey confía en Yahvé, Por la misericordia de Elyón, no será conmovido.
Tu mano alcanzará a todos tus enemigos, Tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
Los convertirás en horno abrasador en el tiempo de tu ira, Yahvé los tragará en su ira, y el fuego los consumirá.
Destruirás su fruto de la tierra, Y su simiente de entre los hijos del hombre.
Porque tramaron el mal contra ti, Fraguaron artificios, pero no prevalecerán.
Pues los harás huir con tus arcos, Apuntarás contra sus rostros.
¡Engrandécete, oh Yahvé, con tu fortaleza! Cantaremos y alabaremos tu poderío.

Salmos 27

Yahvé es mi luz y mi salvación, ¿De quién temeré? Yahvé es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?
Cuando se juntaron contra mí los malignos para devorar mis carnes, mis adversarios y mis enemigos tropezaron y cayeron.
Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón, Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.
Una cosa he demandado a Yahvé, ésta buscaré: Que esté yo en la Casa de Yahvé todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Yahvé, e inquirir en su templo.
Porque Él me esconderá en su refugio en el día del mal, Me ocultará en lo reservado de su Tienda. Me pondrá en alto sobre una roca.
Y mi cabeza será levantada sobre mis enemigos en derredor, Y en su Tienda ofreceré sacrificios con voz de júbilo. Cantaré, sí, cantaré salmos a Yahvé.
¡Escucha, oh Yahvé, cuando clamo con mi voz! ¡Ten piedad de mí y respóndeme!
Sobre ti dijo mi corazón: ¡Buscad mi rostro! Tu rostro buscaré, oh Yahvé.
No escondas tu rostro de mí, Ni rechaces con ira a tu siervo. Has sido mi ayuda, no me dejes ni me desampares, Oh Dios de mi salvación.
Aunque mi padre y mi madre me abandonen, Yahvé me recogerá.
Enséñame, oh Yahvé, tu camino, Y guíame por senda llana, a causa de los que me acechan.
No me entregues a la voluntad de mis adversarios, Porque se han levantado contra mí testigos falsos, Y aquellos que respiran violencia.
Creo que veré la bondad de Yahvé en la tierra de los vivientes.
Aguarda a Yahvé. ¡Esfuérzate y aliéntese tu corazón! ¡Sí, espera a Yahvé!

Salmos 29

¡Tributad a Yahvé, oh seres celestiales, Tributad a Yahvé la gloria y la fortaleza!
¡Tributad a Yahvé la gloria debida a su Nombre! ¡Postraos ante Yahvé en el esplendor de la santidad!
Voz de Yahvé sobre las aguas: ¡El Dios de gloria ha tronado! ¡Es Yahvé sobre las grandes aguas!
La voz de Yahvé es poderosa, La voz de Yahvé es majestuosa.
La voz de Yahvé quebranta los cedros, Sí, Yahvé tritura los cedros del Líbano.
Hace saltar al Líbano como a un becerro, Y al Sirión como a crías de toros salvajes.
La voz de Yahvé arranca llamas de fuego.
La voz de Yahvé estremece el desierto. Yahvé sacude al desierto de Cades.
La voz de Yahvé hace parir las ciervas, y desnuda los bosques. Y en su Casa todo dice: ¡Gloria!
Yahvé preside en el diluvio, Yahvé se sienta como Rey para siempre.
Yahvé dará fuerza a su pueblo, Yahvé bendecirá a su pueblo con la paz.

Salmos 32

¡Cuán bienaventurado es aquel cuya trasgresión ha sido quitada, Y cubierto su pecado!
¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien Yahvé no le imputa iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño!
Mientras callé, se consumieron mis huesos, En mi gemir todo el día.
Porque de día y de noche tu mano se agravaba sobre mí, Hasta que mi vigor se convirtió en sequedades de verano.
Mi pecado te hice saber y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Yahvé, Y Tú mismo cargaste con la maldad de mi pecado.
Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado. Ciertamente en la inundación de muchas aguas, Éstas no llegarán a él.
Tú eres mi refugio, me guardarás de la angustia, Me rodearás con cánticos de liberación.
Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar, Sobre ti fijaré mis ojos, y te aconsejaré.
No seáis como el caballo o el mulo, sin entendimiento. Cuya boca ha de ser frenada con bozal y freno, Para que se acerquen a ti.
Muchos dolores habrá para el impío, Pero al que confía en Yahvé lo rodea la misericordia.
¡Alegraos, oh justos, en Yahvé, y regocijaos! ¡Cantad con júbilo todos vosotros, los rectos de corazón!

Salmos 51

¡Ten piedad de mí, oh ’Elohim, conforme a tu misericordia, Conforme a la multitud de tus piedades, borra mis transgresiones!
¡Lávame más y más de mi maldad, y purifícame de mi pecado!
Porque yo reconozco mis transgresiones, Y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos, Para que seas reconocido justo en tu sentencia, Y tenido por puro en tu juicio.
He aquí, en maldad fui formado, Y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, Tú deseas la verdad en lo íntimo, Por tanto en lo secreto hazme conocer sabiduría.
¡Purifícame con hisopo y seré limpio, Lávame, y quedaré más blanco que la nieve!
¡Hazme oír gozo y alegría, y regocíjense los huesos que abatiste!
¡Aparta tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades!
¡Oh ’Elohim, crea en mí un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí! ¡No me eches de tu presencia, Ni quites de mí tu santo Espíritu!
¡Restitúyeme el gozo de tu salvación, Y un espíritu noble me sustente!
Así enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti.
¡Líbrame del delito de sangre, Oh ’Elohim, Dios de mi salvación, Y mi lengua cantará con gozo tu justicia!
Oh Adonay, abre mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
Porque no quieres sacrificio, que yo daría, Y si doy holocausto, no lo aceptas.
El sacrificio grato a ’Elohim es el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no despreciarás Tú, oh ’Elohim.
Haz bien con tu benevolencia a Sión, Edifica los muros de Jerusalem.
Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, Holocaustos y ofrendas enteramente quemadas; Entonces se ofrecerán novillos sobre tu altar.

Salmos 72

Oh Elohim, encomienda tus juicios al Rey, Y tu justicia al Hijo del Rey, Él juzgará a tu pueblo con rectitud, Y a tus afligidos con justicia.
Entonces los montes producirán paz para el pueblo, mediante la justicia.
Que defienda a la gente oprimida, Que salve a los hijos del menesteroso, Y quebrante al opresor.
Que le teman mientras duren el sol y la luna, De generación en generación.
Que descienda como la lluvia sobre la hierba cortada, Como los aguaceros, que riegan abundantemente la tierra.
Que en sus días florezcan los justos, Y la paz abunde hasta que no haya luna.
Que domine de mar a mar, Desde el Gran Río hasta los confines de la tierra.
Que ante él se abatan los moradores del desierto, Y sus enemigos muerdan el polvo.
Que los reyes de Tarsis y las islas le paguen tributo, Que los reyes de Sabá y de Seba le ofrezcan sus dones.
Que se postren ante él todos los reyes, Y todas las naciones le sirvan.
Porque él librará al necesitado que suplica, Y al pobre, que no tiene quien lo ayude.
Tendrá misericordia del desvalido y del afligido, Y salvará las almas de los menesterosos.
Redimirá sus almas de la opresión y la violencia, Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.
¡Que viva, pues, y se le dé el oro de Sabá! ¡Que se ore por él continuamente, Y que todo el día lo bendigan!
Que las mieses del campo abunden, Y se agiten en la cima de los montes, Que su fruto esté lozano como los cedros del Líbano, Y los de la ciudad florezcan como la hierba del campo.
¡Que su Nombre sea por siempre! Que su Nombre sea propagado mientras dure el sol, Y que en él se bendigan los hombres! Que todas las naciones lo llamen bienaventurado.
¡Bendito sea Yahvé Elohim, el Dios de Israel, El único que hace maravillas! ¡Bendito para siempre sea su Nombre glorioso, Y que toda la tierra sea llena de su gloria! ¡Amén, amén!

Salmos 134

Mirad, bendecid a Yahvé, Vosotros todos los siervos de Yahvé, Los que en la Casa de Yahvé estáis por las noches.
Alzad vuestras manos al Santuario, Y bendecid a Yahvé.
Desde Sión te bendiga Yahvé, El cual ha hecho los cielos y la tierra.




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