CONJURO II




MUY FUERTE Y POTENTE CONJURO

Esta bien si aparecen de inmediato, pero si no, que el Maestro descubra los Pentáculo consagrados que haya hecho para obligar y mandar a los espíritus, los cuales deben usar atados alrededor de su cuello, sosteniendo. y mostrando las medallas o pentáculos en su mano izquierda, y la daga consagrada en la derecha, y animando a sus compañeros debe decir en voz alta:

DISCURSO

Aquí están los símbolos de las cosas secretas, los estandartes, las insignias, los escudos de Dios Conquistador, y las armas del Todopoderoso, para obligar a las Potencias Aéreas. Lo mando absolutamente, por su poder y virtud, a que vengan cerca de nosotros, a nuestra presencia, de cualquier parte del mundo donde se encuentren, y que no se demoren e obedecer en cualquier cosa, que podamos mandarles, por la virtud de Dios el Poderoso, Vengan pronto y no se retarden y contéstennos con humildad.

Si aparecen ahora, deben mostrarles los Pentáculos y recibirlos con amabilidad, gentileza cortesía; el exorcista preguntará y hablará con ellos y les mandará todas las cosas que se haya propuesto. Pero si, por el contrario, no hacen presencia ni aparecen, tomando la dag consagrada en la mano derecha y descubriendo los Pantáculos —quitándoles su cubierta consagrada— golpée el aire con la daga como deseando comenzar un combate, reanime exhorte a los compañeros; luego, en voz alta repita el siguiente:

CONJURO

Nuevamente yo los conjuro y apremio, demando, fuerzo y obligo y los exhorto, por el más poderoso nombre de Dios, El fuerte y maravilloso, y por Dios, justo y recto, los exorciso y los mando para que en ninguna forma se demoren y vengan inmediatamente, en este instante, ante nosotros, sin ruido, deformidad o pestilencia, sino en forma toda generosa amable.
Los exorciso de nuevo y poderosamente los conjuro, mandándolos con fuerza y violenci por el que habló y fue hecho, y por todos estos nombres: El SHADDAI, ELOHIM, ELOHI, TZABAOTH, ELIM, ASHER, EHEIEH, YAH, TETRAGRAMMATON, SHADDAI, que significa Dios el Alto Poderoso, el Dios de Israel, por quien tomando todas nuestras operaciones, prosperaremos en todas las obras de nuestras manos, viendo que el Señor está ahora y siempre con nosotros, en nuestro corazón y en nuestros labios; y por sus santos nombres, y por la virtud del Dios Soberano lograremos nuestra obra.
Vengan inmediatamente, sin pestilencia o deformidad, ante nosotros. Vengan sin apariencia monstruosa, en figura o forma graciosa. Vengan, pues los exorcisamos con vehemencia, por el nombre de YAH y ON que Adán pronuncio; por el nombre EL, que escucho Noé, y se salvó con su familia del Diluvio; por el nombre IOD, que escuchó Noé y conoció a Dios Todopoderoso; por el nombre AGLA, que escuchó Jacob y vio la escalera que tocaba el cielo, y los ángeles que ascendían y descendian por ella, de aqui que llamara al lugar La Casa de Dios y La Puerta del Cielo; y por el nombre Elohim y en el nombre Elohim, que Moisés nombró e invocó y escuchó en HOREB, la montaña de Dios, y fue encontrado digno de escucharlo hablar desde la zarza ardiente; y por el nombre AIM SOPH, que Aarón escuchó y fue hecho al instante elocuente y sabio; y por el nombre TZABAOTH que Moisés habló e invocó y todos los arroyos y ríos fueron cubiertos con sangre en toda la tierra de Egipto; y por el nombre IOD, que Moisés nombró e invocó y golpeando sobre el polvo de la tierra, hombre y fieras fueron atacados con enfermedades; y por el nombre y en el nombre de PRIMEUMATON, que Moisés llamó e invocó y cayó un gran granizo con tormenta en toda la tierra de Egipto, destruyendo las viñas, los árboles y los bosques que había en ese país; y por el nombre IAPHAR, que Moisés escuchó e invocó e inmediatamente comenzó una gran peste en toda la tierra de Egipto, matando los bueyes, los asnos y las ovejas de los egipcios, de tal manera que todos murieron; y por el nombre ABADDÓN, que Moisés invocó y lanzó el polvo hacia el cielo, e inmediatamente cayó tal cantidad de lluvia sobre los hombre; el ganado y los rebaños, que murieron todos en la tierra de Egipto; y por el nombre ELIÓN, que Moisés invocó y cayó tal tormenta como no había caído desde el principio del mundo en ese tiempo, de tal manera que todos los hombres y rebaños que se encontraban en el campo, murieron en toda la tierra de Egipto; y por el nombre ADONAI, que habiéndolo invocado Moisés aparecieron gran cantidad de langostas sobre la tierra de Egipto, y devoraron todo lo que había quedado de la tormenta; y por el nombre PATHEON, que habiéndolo invocado apareció una oscuridad tan gruesa, tan espesa, y tan terrible en toda la tierra de Egipto, por el espacio de tres noches y tres días, que casi todos los que habían quedado, murieron; y por el nombre YESOD, y en el nombre de YESOD, que invocó Moisés y a la medianoche todos los primogénitos de hombres y animales murieron; y por el nombre YESHIMON, que Moisés nombró e invocó y el Mar Rojo se dividió y se separó en dos; y por el nombre HESION, que Moisés invocó y todo el ejército del Faraón se hundió en las aguas; y por el nombre de ANABONA, que al escucharlo Moisés sobre el Monte Sinaí, fue encontrado digno de recibir las tablas de piedra escritas con los dedos de Dios el Creador; y por el nombre de ERYGIÓN, que habiéndolo invocado Josué cuando peleó contra los moabita; los derrotó y alcanzó la victoria; y por el nombre HOA, y en el nombre HOA, que invocó David y fue liberado de la mano de Goliath, y por el nombre YOD, que habiendo invocado Salomón fue encontrado digno de pedir y obtener en sueños la inefable sabiduría de Dios; y por el nombre YIAI, el cual habiendo dicho e invocado Salomón, fue encontrado digno de tener poder sobre todos los demonios, potencias, poderes y virtudes del aire.
Por estos, entonces, y por todos los otros nombres de Dios todopoderoso, Santo, viviente y verdadero, poderosamente los mandamos, ustedes que por su propio pecado han sido arrojados del Empíreo Cielo y de ante su trono; por el que los ha arrojado a lo más profundo de los infiernos, nosotros los mandamos valiente y resueltamente; y por el terrible día del Supremo Juicio de Dios, en el que todos los huesos secos en la tierra se levantarán para oír la palabra de Dios con sus cuerpos, y se presentarán a sí mismos ante el rostro de Dios Todopoderoso; y por el Ultimo Fuego, que consumirá todas las cosas; por el Mar (de Cristal) que nos es conocido, que está ante el rostro de Dios, por la Virtud indecible e inefable y la fuerza y poder del mismo Creador; por su poder todopoderoso y por la luz y flama que emanan de su rostro y que está ante su faz; por los poderes angelicales que están en los Cielos, y por la sabiduría más grande de Dios todopoderoso; por el sello de David, por el anillo y sello de Salomón, que le fue revelado por el más alto y soberano Creador; y por los nueve pantáculos o medallas que tenemos entre nuestros símbolos, que proceden y vienen del Cielo y están entre los Misterios de los Misterios o Secretos de los Secretos, que ustedes pueden ver en mi mano consagrados y exorcizados con las debidas ceremonias. Por estos, entonces, y por todos los secretos que el Todopoderoso encerró en los tesoros de la soberana y más alta sabiduría, por su mano y por su poder maravilloso, los conjuro, y exorcizo a que vengan sin demora a realizar en nuestra presencia lo que podamos ordenarles.
Yo los conjuro nuevamente, por el Más Santo Nombre al que todo el universo teme, respeta y reverencia, que está escrito con estas letras y caracteres, IOD, HE, VAU, HE; y por el último y terrible Juicio; por el asiento de Baldachia. y por su santo nombre, YIAI, que invocó Moisés, y siguió ese gran Juicio de Dios, cuando Dathán y Abiram fueron tragados al centro de la tierra. De lo contrario, si nos contravienen y se resisten por su desobediencia a la virtud y poder de este nombre YIAI, los maldecimos hasta la profundidad del Gran Abismo, al que serán enviados, arrojados y atados si se muestran rebeldes contra el Secreto de los Secretos y contra el Misterio de Misterios. AMÉN, AMÉN; FIAT, FIAT.

Este conjuro se debe llevar a cabo vuelto hacia el Este, y si no aparecen, debe repetirse a los espíritus, vuelto hacia el Sur, el Oeste y el Norte en secuencia total cuatro veces.
Y si aún no aparecen, debe hacer el signo de TAU, sobre la frente de los acompañantes y decir:

CONJURO

Contemplen nuevamente el símbolo, y el nombre de un Dios soberano y conquistador, al que teme todo el universo, tiembla y se estremece, y a través de las palabras del más misterioso de los Misterios Secretos y por su virtud, fuerza y poder.
Los conjuro nuevamente, los obligo y les ordeno con vehemencia y poder, por el más potente y poderoso nombre de Dios, EL, fuerte y maravilloso, por el que habló y fue hecho; y por el nombre de YAH, que Moisés escuchó y habló con Dios; y por el nombre AGLA, que invocó José y fue liberado de las manos de sus hermanos; y por el nombre VAU, que escuchó Abraham y conoció a Dios Todopoderoso; y por el nombre de cuatro letras, TETRAGRAMMATON, que nombré e invocó Josué y fue encontrado digno de conducir el ejército de Israel a la Tierra Prometida; y por el nombre ANABONA, por el cual Dios formó al hombre y a todo el Universo; y por el nombre ARPHETÓN, y en el nombre ARPHETÓN, por el cual los ángeles que están destinados para ese fin reunirán el universo en cuerpo y forma visibles y juntarán a todas las gentes por el sonido de la Trompeta en el terrible Día del Juicio, y la memoria de los malvados y los ateos perecerá; y por el nombre ADONAI, por el cual Dios juzgará toda la carne humana, a cuya voz todos los hombres, buenos y malos, se levantarán nuevamente, y hombres y ángeles se reunirán en el aire ante el Señor, quien los juzgará y condenará a los malvados; y por el nombre ONEIPHETÓN, por el que Dios llamará a los muertos y los levantará en vida nuevamente; y por el nombre ELOHIM, por el que Dios provocará tormentas en todos los mares, de tal manera que arrojarán los peces, y en un día la tercera parte de los hombres que viven cerca de los ríos y los mares, morirán; y por el nombre ELOHI, y en el nombre de ELOHI, por el que Dios secará el mar y los ríos, de tal manera que los hombres podrán caminar sobre sus lechos; y por el nombre ON, y en el nombre de ON, por el que Dios restaurará y repondrá los mares, los ríos y las corrientes a su estado previo; y por el nombre MESSIACH, y en el nombre de MESSIACH, por el cual Dios hará que los animales combatan todos juntos entre sí, de tal manera que todos morirán en un día; y por el nombre ARIEL, por el que Dios destruirá en un solo día todos los edificios, de tal manera que no quedará piedra sobre piedra; y por el nombre IATH, por el que Dios arrojará las piedras una sobre de otra, de tal manera que todas las gentes y naciones volarán de la Costa y dirán entre ellos “cúbrenos y escóndenos”; y por el nombre EMANUEL, por el que Dios obrará maravillas y las criaturas con alas y los pájaros contenderán entre ellos; y por el nombre ANAEL, y en el nombre de ANAEL, por el que Dios derribará las montañas y llenará los valles, de modo que la superficie de la tierra tendrá un mismo nivel en todas partes; y por el nombre ZEDEREZA, y en el nombre ZEDEREZA, por el que Dios hará que el Sol y la Luna se oscurezcan y las estrellas del cielo caigan; y por el nombre SEPHERIEL, por el que Dios vendrá al Juicio Universal, como príncipe recién coronado entrando en triunfo a su capital, ceñido por una zona de oro y precedido por ángeles, y ante cuyo aspecto todas las partes del Universo quedarán confundidas y turbadas, y un fuego irá ante él, y truenos y tormentas lo rodearán; y por el nombre TAU, por el que Dios provocó el Diluvio, y las aguas prevalecieron sobre las montañas y quince codos por encima; y por el nombre RUA-CHIAH, por el que Dios, habiendo purgado las edades, hará que su ESPÍRITU SANTO descienda sobre el universo y los arrojará, espíritus rebeldes y sucios seres, a las profundidades del Lago del Abismo, en miseria, inmundicia y fango, y los colocará en calabozos con cadenas de fuego eterno.
Por estos nombres y por todos los demás nombres santos de Dios, ante quien ningún hombre puede estar y seguir vivo y ante cuyos nombres los ejércitos de los demonios tiemblan y temen y se estremecen; nosotros los conjuramos además por los tremendos Senderos de Dios y por su santa habitación, donde reina y manda en las edades eternas. Amén.
Por la virtud de lo antes dicho, les ordenamos que no permanezcan en ningún sitio donde se encuentren sino que vengan aquí pronto y sin demora a hacer lo que les ordenemos. Pero si aún permanecen reacios, nosotros, por la autoridad de un Dios potente y soberano, los privamos de toda cualidad y los relegamos al reino del fuego y el azufre, para que estén ahí permanentemente atormentados. Vengan, entonces, de todas partes de la tierra donde quiera que se encuentren y contemplen los símbolos y nombres del Triunfante Soberano, a quien todas las criaturas obedecen; de otra manera los conduciremos y ataremos en nuestra presencia con cadenas de fuego, ya que los efectos que proceden y salen de nuestra ciencia y operaciones arden con un fuego que los consumirá y los quemará eternamente, porque por ellos el universo entero tiembla, la tierra es movida, las piedras son arrojadas, todas las criaturas obedecen y los espíritus rebeldes son atormentados por el poder del Soberano Creador.

Entonces es seguro que vendrán, aun si se encontraran atados con cadenas de fuego, a menos que se encuentren realizando cosas de mayor importancia, pero en este caso enviarán embajadores y mensajeros, de quienes se puede saber lo que ocupa a aquéllos y lo que están haciendo.
Pero si no aparecen en respuesta al anterior conjuro y todavía permanecen desobedientes, entonces el Maestro del Arte o exorcista, animará y exhortará a sus acompañantes a ser buenos y pacientes y no desesperar por los últimos sucesos de la operación; golpeará el aire con la espada consagrada hacia los cuatro puntos cardinales, luego se arrodillará en el centro del Círculo, y los compañeros también en sus diferentes sitios, y luego dirán con él en voz baja, volviéndose a la dirección del Este, el siguiente:

DISCURSO A LOS ANGELES

Los conjuro y les imploro, oh ángeles de Dios, y a ustedes, espíritus celestiales, a venir en mi ayuda; vengan y observen los signos del cielo, y sean mis testigos ante el Señor Soberano de la desobediencia de estos espíritus malos y caídos que en un tiempo fueron sus compañeros.

Habiendo hecho esto, el Maestro se levantará, los obligará y forzará por un conjuro más potente de la siguiente manera:




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